domingo, 1 de mayo de 2016

USDA - Científicos denunciaron "censura" a sus investigaciones.

Este es un ejemplo claro de cómo operan las mafias en altas esferas. Y luego, muchos "periodistas" fingen ignorar la realidad preguntando "por qué estamos como estamos" o "echándole la culpa al Diablo, como si no fueran cómplices silenciosos.

La USDA es el Departamento de Agricultura estadounidense, que comparte directores con Monsanto y la Industria Farmacéutica mediante el fenómeno llamado "puertas giratorias". Siempre fue y es un sólido defensor del modelo agrícola basado en grandes superficie de monocultivo y las semillas transgénicas, así como de la utilización de pesticidas.

Recientemente, diez de sus científicos denunciaron que sus estudios, al cuestionar este modelo, fueron censurados o "diluidos". El más visible fue Jonathan Lundgren, cuyo caso relató en detalle el Washington Post (marzo del 2016). A raíz de esta denuncia, la organización Food & Water Watch recogio la información, aunque sin entrar en tantos matices. Títuló: ¿Censura la USDA los estudios que no favorecen a Monsanto?

      "Cuando los científicos independientes que trabajan para el gobierno norteamericano obtienen datos que amenazan a las grandes multinacionales agrícolas, la USDA censura los resultados, diluye sus conclusiones y castiga a los investigadores", indica el reporte.

      "El trabajo censurado expuso el perjudicial modelo agroindustrial, incluida la expansión del uso de pesticidas debido a la producción de transgénicos, amenazando el modelo de negocio de las empresas que los comercializan, como Monsanto. Y un problema para Monsanto significa un problema para la USDA".

Además de utilizar las "puertas giratorias", la industria biotecnológica invierte cientos de millones de dólares en política, ya sea mediante contribuciones a las campañas o lobby. Esto influye sobre aquellos a quienes elegimos para cuidarnos que más tarde ubican gente afín a las corporaciones en puestos estratégicos. Como el Secretario de Agricultura de la USDA Tom Vilsack, un defensor acérrimo de los transgénicos. O Roger Beachy, relacionado con Monsanto y también defensor de los transgénicos quien, hasta hace poco, dirigía el principal organismo de financiación de la investigación de la USDA.

Gilles-Éric Séralini

En 2012, un equipo científico liderado por Gilles-Éric Séralini publicó un artículo mostrando que ratas de laboratorio alimentadas con maíz transgénico de Monsanto, durante toda su vida, desarrollaron cáncer en 60-70 por ciento (contra 20-30 por ciento en el grupo de control), además de problemas hepato-renales y muerte prematura. Más tarde, la revista que lo publicó se retractó, en otra muestra vergonzosa de corrupción en los ámbitos científicos, ya que las razones esgrimidas no las aplica a estudios iguales de Monsanto. El editor admitió que el artículo de Séralini es serio y no peca de incorrecto, pero que "los resultados no son concluyentes", algo que atañe a gran cantidad de artículos y es parte del proceso de discusión científica.

No mucho después se supo a nivel internacional que la publicación Food and Chemical Toxicology (FCT) había reemplazado temporalmente a su editor de contenidos para censurar el estudio: Richard E. Goodman, ¿ex? empleado de Monsanto renunció tras terminar su operación, con duras criticas. La revista perdió prestigio y dejó de ser una fuente de consulta confiable, gracias a Monsanto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario